LA LEYENDA DE LA FUNDACIÓN DE ROMA

Los gemelos Rómulo y Remo decidieron fundar una ciudad en el mismo lugar en que habían sido amamantados por una loba, tras devolverle el trono a su abuelo Numitor. Pero como ambos querían ser el rey, y no había manera de saber quien era el mayor, entre ellos surgió una discusión. Así  fue que, para trazar la nueva ciudad, pactaron observar el cielo en busca de los augurios de los dioses.

Para interpretar el mensaje de los dioses, Remo eligió la colina del Aventino, mientras que Rómulo se colocó en la del Palatino. La señal se le apareció primero a Remo, ya que por su lado vinieron volando seis buitres. Cuando iba a anunciar que había ganado, aparecieron doce buitres volando por el lado de Rómulo.

Como Remo había sido el primero en ver los pájaros,  per Rómulo había visto el doble, ambos se creyeron señalados por los dioses para ocupar el trono.

Creyéndose ganador, Rómulo realizó los ritos propios de la fundación de una ciudad: con un arado, hizo un surco que delimitaría el contorno y comenzó a levantar una muralla. Remo se burló de su hermano. Esta actitud enfureció a Rómulo, quien lo ataco con una espada y lo mató. Así, Rómulo se quedo con el trono, y la ciudad fundada el 21 de abril del año 753 a.C., recibió el nombre de Roma.